El papel de los bancos centrales durante la crisis
Los bancos centrales han tenido un papel protagonista en la crisis en la que estamos inmersos, ya que son las instituciones encargadas de establecer la política monetaria. A través de las decisiones de política monetaria, un banco central puede estimular o ralentizar el crecimiento económico, así como modificar las expectativas de los agentes económicos. Además, a través de las decisiones de política monetaria los bancos centrales pueden alcanzar los objetivos que se hayan fijado, que son distintos dependiendo de la institución monetaria de la que se trate. Así, en el caso del Banco Central Europeo, que es el organismo encargado de diseñar la política monetaria de la Eurozona, dicho objetivo consiste en mantener la estabilidad de precios. Otro caso destacable es el de la Reserva Federal de los Estados Unidos, que tiene un doble objetivo a la hora de tomar decisiones de política monetaria, que es el de la estabilidad de precios y el de alcanzar el pleno empleo.
Para alcanzar los objetivos antes descritos, los bancos centrales han de ir tomando decisiones de política monetaria que les acerquen a los mismos. De esta manera, durante el desarrollo de la crisis financiera se han podido apreciar claramente dos corrientes de actuación en lo que a política monetaria se refiere: las políticas monetarias expansivas llevadas a cabo por la Reserva Federal, y las políticas más cercanas a la ortodoxia monetaria, como son las que ha seguido el Banco Central Europeo.
La Reserva Federal
De esta manera, tras el derrumbe de Lehman Brothers en septiembre de 2008, la Reserva Federal adoptó una agresiva política monetaria expansiva por medio de la puesta en marcha de la primera ronda del programa Quantitative Easing (que en la actualidad va ya por su tercera ronda). Por medio de este programa, el objetivo de la Reserva Federal fue el de aumentar la liquidez del sistema, a través de la compra de activos hipotecarios (principalmente, bonos con garantía hipotecaria). Adicionalmente a este programa, para finales del año 2008 la Reserva Federal ya había rebajado los tipos de interés hasta el rango del 0-0,25%.
Por medio de estas medidas de política monetaria, se buscaba facilitar el acceso al crédito por parte de los agentes económicos, mediante la rebaja de los tipos de interés de largo plazo, fomentar la inversión, y así estimular la creación de empleo.
Sin embargo, lo que parece claro es que las políticas monetarias expansivas no solamente tienen ventajas, sino que también tienen inconvenientes, como, por ejemplo, la posible formación de una «liquidity trap», o trampa de liquidez, en español. La trampa de liquidez se manifiesta cuando una institución monetaria establece tipos de interés cercanos al 0% y aún así no consigue estimular la economía porque los agentes económicos esperan subidas en los mismos y, por tanto, posponen sus decisiones de inversión, haciendo ineficaz un aumento de la oferta monetaria.
Otro inconveniente de llevar a cabo una política monetaria expansiva es el de la inflación. Tras una inyección de liquidez tan grande como la que ha realizado la Reserva Federal, es difícil pensar que la tasa de inflación no se dispare. Hasta ahora se ha mantenido estable, pero lo que pueda ocurrir en un futuro no muy lejano, cuando el dinero inyectado por medio de las múltiples rondas del Quantitative Easing impacte en la economía real es desconocido. Por tanto, habrá que esperar a que dicho programa finalice para poder hacer una valoración certera de cuál ha sido su impacto en la economía estadounidense y de si la adopción de este programa ha sido beneficiosa o perjudicial para la economía.
El Banco Central Europeo
En el otro extremo se encuentra el Banco Central Europeo, más cercano a la ortodoxia monetaria ya que aunque se ha comprometido a comprar deuda pública en el caso de que algún país miembro de la Eurozona lo solicitase, todavía no lo ha hecho, a diferencia de la Reserva Federal. Aunque sí es cierto que el Banco Central Europeo también ha aumentado su balance (por medio de, por ejemplo, las dos operación de refinanciación a largo plazo –LTRO– que buscaban proveer de financiación a las entidades financieras de la Eurozona en condiciones ventajosas), la reticencia que el Banco Central Europeo muestra a la hora de emprender un programa de compra de activos, indica la preocupación de esta institución por las consecuencias que un posible alejamiento de su objetivo del mantenimiento de la estabilidad de precios pudiera tener sobre la economía de la Eurozona.
A la luz de lo anterior, surgen una serie de preguntas: ¿Cuál de los dos enfoques de política monetaria será el acertado? Y aun más importante ¿Cuáles serán las consecuencias de estas decisiones? Sólo el tiempo lo dirá.
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Muy interesante artículo José Antonio. Antes de nada, enhorabuena a ti y a toda la web por la clara mejoría en la calidad de los artículos durante los últimos meses.
Un par de comentarios sobre este interesante tema:
En mi opinión la liquidity trap o el ZLB problem, que como bien dices es cuando la Reserva Federal pone los intereses al 0% y aún así no consigue estimilar la economía, en este caso no está ocurriendo porque los agentes económicos esperan subidas en los mismos a corto/medio plazo, sino por el temor que aún hay entre los agentes económicos (como los bancos) a que la crisis no se haya acabado. Por este motivo, siguen manteniendo muchas excess reserves en la Reserva Federal y todavía no prestan su dinero como antes de la crisis. Y como ya sabemos, si no prestan dinero, la economía no arranca porque no se genera actividad. Además, enafavor de esta opinión está el hecho de que si no me equivoco la Reserva Federal ha manifestado varias eces su compromiso de mantener los tipos muy bajos durante varios años (para evitar precisamente el argumento que comentas). Al asegurar que mantendrán bajos los tipos durante años, los agentes económicos no esperan subidas en los mismos a corto plazo.
Por otro lado, aunque existe un claro riesgo de inflación cuando todo el enorme balance que tiene la Reserva Federal (las enormes excess reserves + los activos comprados a raíz del programa de Quantitative Easing), acabe en el sistema, tampoco hay que alarmarse. Lo cierto es que la Reserva Federal tiene varias herramientas para ir «descargando» su balance poco a poco, evitando que haya excesiva inflación. Por ejemplo, ahora puede dar intereses a los bancos por el dinero que éstos guardan como reservas en la Reserva Federal (antes de la crisis no daba nada de interés), por lo que si la Reserva Federal ve que los bancos empiezan a retirar demasiadas excess reserves lo que podría impactar la inflacion, lo que puede hacer es subir el interés en las reservas y así hacer que los bancos no tengan tanto incentivo para retirar sus reservas. Y con respecto a los activos comprados durante el Quantitative Easing (LSAPs y demás), lo que puede ir haciendo es ir esperando a que vayan venciendo, y los intereses recibidos y el nominal, quitarlos del sistema.
Un saludo
Muchas gracias por tu comentario, Pedro.
En cuanto al artículo, te comento que he intentado hacerlo lo más objetivamente posible, por eso únicamente me he limitado a comentar los conceptos de trampa de liquidez y de los efectos del QE en la economía sin hacer valoraciones.
En cuanto a la trampa de liquidez, te comento como yo lo veo en el caso de Estados Unidos: puesto que los tipos están en el rango de 0-0,25%, está claro que esto implica un alto riesgo de caer en una trampa de liquidez, porque al mantener tipos bajos tanto tiempo (como bien dices lo van a hacer durante varios años) eso afecta a las valoraciones de los activos financieros. Ante esto, la renta fija debería incrementarse en precio de tal manera, que cuanto más caigan los tipos de interés, más debería subir el precio de los activos de renta fija. Esto provoca al mismo tiempo un trade-off entre renta fija y renta variable, porque al existir pocas oportunidades en el mercado de renta fija, los inversores centran su atención en el mercado de renta variable, alterando también sus valoraciones e incrementando sus precios (tienes el ejemplo del bono a 10 años americano, o el del S&P 500, cómo han reaccionado desde que la Reserva Federal comenzó a implementar su política expansiva).
Por tanto, en una situación extrema, de tipos de interés 0, ¿quién se va a arriesgar a adquirir un activo de renta fija con unos precios tan altos provocados por una política de tipos bajos y sabiendo que los tipos únicamente pueden ir hacia arriba? Por eso digo que a través de una trampa de liquidez lo que los agentes económicos temen es una subida de tipos, que es lo que en definitiva puede llevar el precio de los activos financieros hacia abajo. Por tanto, se deduce que cuando los tipos de interés están bajos, rebajas adicionales en los mismos si no son inefectivas, su efectividad es más bien escasa, ya que estas no animan a los inversores a invertir, y si no hay inversión difícilmente se podrá estimular la demanda y, por tanto, reducir el desempleo.
Un saludo.