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Continuación del artículo: El Intraemprendedor: el emprendedor que revoluciona la empresa desde dentro

Desde el punto de vista de la gestión empresarial moderna, uno de los factores vitales para una organización empresarial es potenciar su capital humano, dándole oportunidades de desarrollo interno. No hablamos de ascender dentro de la jerarquía empresarial, si no de ser una organización lo suficientemente abierta a nivel interno como para permitir que los empleados puedan plantear y, en el caso de que sea viable, desarrollar un proyecto dentro de la organización. Este empleado llamado intraemprendedor.

Sobre el papel es muy fácil escribir sobre las bondades de este perfil e idealizar la valoración que tienen dentro de sus organizaciones, donde la organización está esperando de brazos abiertos su idea de negocio, y pone recursos suficientes para convertirla en un proyecto rentable que ayude a aumentar el valor añadido para sus clientes, mejore su eficiencia productiva, aumente su competitividad en el mercado, etc.

La realidad es que lamentablemente esto no es así, el intraemprendedor en muchos casos se encuentra con numerosos obstáculos dentro de su organización que le impiden no sólo no desarrollar sus ideas, si no ni tan siquiera presentarla a las personas con capacidad de decisión.

Desde mi punto de vista estos son los tres obstáculos más comunes a los que se tiene que enfrentar el intraemprendedor:

1. Conflictos, críticas y envidias. Hay personas en la organización que impiden a sus compañeros y subordinados destacar, actuando como perros de caza destruyendo cualquier indicio de una nueva idea. En algunas empresas existen sectores acomodados que impiden a otros más dinámicos desarrollarse. Los motivos pueden ser muchos y muy dispares, como puede ser el miedo al cambio por no perder el statu quo, por quedar en peor lugar que un subordinado, etc.
   Si cotejando la idea entre un circulo de profesionales de confianza se llega a la conclusión de que ésta es viable, se debe armar de valor e ir hacia delante haciendo oídos sordos a las críticas y/o hablando con quién haga falta. Si no se puede hacer una acción frontal con la persona con poder de decisión, hay que buscar alternativas para plantear la idea sutilmente sin parecer que se está saltando a nadie.
2. Los objetivos a corto plazo impiden tener tiempo de llevar a cabo objetivos a medio y largo plazo. En algo común en muchas empresas e cargar excesivamente de trabajo a los empleados, los cuales no pueden dedicar ni un sólo momento de la semana a algo que no sea cumplir objetivos inmediatos.
   En este caso si no le dan la opción de liberarse de algo del trabajo a corto plazo, el intraemprendedor deberá dedicarle horas de su tiempo libre a desarrollar un proyecto exploratorio, que si es convincente debe de servir para que la persona decisora le libere de algo de carga de trabajo para poder ejecutarlo.
3. Carencia de recursos. Los recursos son limitados y por ello se deben de utilizar con sentido común. Otra de las barreras para el intraemprendedor es que la empresa no disponga de recursos suficientes para la ejecución del proyecto.
   Los proyectos no siempre son un todo o un nada, en estos casos lo aconsejable es hacer un desarrollo mínimo viable del proyecto, es decir, un proyecto con lo básico para crear valor, con el objetivo de cotejarlo en el mercado y así para disminuir la incertidumbre. La empresa no dudará en disponer recursos para ello una vez se le demuestre con certeza su viabilidad.

Estas son tres de las trabas más comunes con las que se encuentran los intraemprendedores pero hay muchísimas más. Os invito a que nos contéis vuestras experiencias, tanto exitosas como no, en nuestro subforo, recién creado, de Emprendedores.

Lo fundamental es no caer en el desánimo ya que a la larga no sólo es malo para la empresa, si no para uno mismo.

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