Historias de personas de éxito: Ingvar Kamprad, fundador de Ikea
Segundo capítulo de una serie de biografías sobre personas que han triunfado en el mundo de los negocios. Anteriores historias pueden encontrarse aquí
Nombre: Ingvar Kamprad
País de origen: Suecia
Edad: 86
Puesto en la lista Forbes: #377
Fortuna: $ 3 Billones.
Puesto actual: Fundador Ikea
Actividad principal: Distribución de mobiliario
Ingvar Kamprad, fundador de Ikea, nació en el sur de Suecia en 1926 y creció en una granja llamada Elmtaryd, cerca del pequeño pueblo de Agunnaryd, en la provincia sueca de Smaland. Creó IKEA a los 17 años, en 1943, con el dinero que su padre le había dado por sacar buenas notas. Registró entonces el nombre IKEA: las dos primeras letras (I y K), por las iniciales de su nombre y apellido, y las dos últimas (E y A), por los nombres de la granja (Elmtaryd) y el pueblo (Agunnaryd) donde creció.
En un comienzo se dedicó a la venta de pequeños artículos como cajas de cerillas, que vendía a los granjeros de la zona, entregándolas a domicilio a bordo de su bicicleta. Se dio cuenta de que podía comprar cerillas muy baratas al por mayor y venderlas individualmente a un precio económico, obteniendo un buen margen de beneficios. Poco a poco fue ampliando su pequeño negocio, vendiendo además pescado, objetos decorativos para árboles de Navidad, semillas, carteras, y posteriormente, lápices y bolígrafos.
En 1948, Kamprad tomó la decisión que a la sazón habría de convertirse en la clave del éxito de su todavía incipiente proyecto empresarial: probar con la venta de muebles. A partir de este momento, los acontecimientos se aceleran en el correr de la vida empresarial de Ingvar y en el crecer de la marca Ikea: en 1950, Kamprad aprueba dedicarse únicamente a la venta de mobiliario para el hogar; un año más tarde, en 1951, la firma edita su primer catálogo de muebles, que distribuyó de forma masiva y que, aún hoy, se mantiene como la principal herramienta de marketing de la empresa; en 1953, el empresario monta a las afueras de su ciudad el primer salón de exposición (no de ventas) de productos Ikea.
El éxito conjunto de estas iniciativas fue tal que el cartel del mueble que a mediados del pasado siglo dominaba el negocio en Suecia comenzó a presionar a los proveedores para que dejaran de surtir a Ikea, que también fue excluida de las ferias más importantes del sector.
Entre 1955 y 1958, y como reacción al ambiente en contra que habían propiciado sus competidores, Kamprad tomó otras tres decisiones fundamentales que marcarían, definitivamente, lo que hoy es el Grupo Ikea: diseñar, fabricar y vender sus propios muebles; importar las materias primas desde el exterior, fundamentalmente desde diferentes países asiáticos; y refugiarse en sus centros de exhibición que acabarían, al final, convirtiéndose en gigantescos puntos de ventas, como el primero de ellos, inaugurado en 1958 en Älmhult. Solamente cinco años más tarde, en 1963, Ikea abría su primera tienda fuera de Suecia, en Oslo (Noruega); en 1965, inauguraba en Kungens Kurva (Estocolmo), la que habría de ser la tienda estandarte del grupo, de 45.800 metros cuadrados y con un diseño circular inspirado en el estilo arquitectónico del Museo Guggenheim de Nueva York. A partir de ese momento, la expansión internacional del Grupo Ikea ha sido imparable hasta llegar a convertirse en una de las principales empresas multinacionales de Europa, que cuenta con más de 200 locales en medio centenar de países, que proporciona empleo a 84.000 personas y que, en 2004, cerró su balance con una facturación de 12.800 millones de euros.
En Suecia es habitual decir que Per-Albin Hansson, líder socialdemócrata del país a mediados del siglo XX, construyó el hogar del pueblo, pero que fue Ingvar Kamprad quien de verdad lo amuebló. De hecho, el fundador de Ikea, además de a obtener beneficios, siempre ha aspirado “a hacer grata la vida de las personas en su hogar”, algo que sin lugar a dudas ha conseguido para una gran parte de los ciudadanos de la Unión Europea, donde Ikea vende el 50% de sus productos.
Además, la empresa no ha deslocalizado sus fábricas suecas a países con mano de obra más barata y la organización es bien valorada por sus propios trabajadores. De cualquier forma, las acusaciones que más daño han hecho a Ingvar Kamprad han sido las que se le han realizado por tener un pasado marcado por sus simpatías nazis y por padecer una fuerte dependencia del alcohol, ya superada. De su antigua vinculación con grupos neonazis, Kamprad ha dicho públicamente arrepentirse del que fuera “el error más grande de mi vida”.
Añadir que el fundador de Ikea es considerado uno de los multimillonarios más tacaños del mundo, viaja en transporte público, se aloja en hoteles baratos y sigue usando su Volvo 240 gl, con más de 20 años de antigüedad (ver foto). De hecho, ha llegado a pedirles a sus empleados que no desperdicien papel y usen ambos lados del mismo siempre que escriban, ha sido visto en muchas ocasiones comiendo en la cafetería de Ikea por el bajo precio de sus menús, durante 30 años ha usado para trabajar el mismo escritorio y la misma silla y compra el papel de envolver con motivos navideños y los regalos de Navidad,en las rebajas de enero
Paradójicamente, al igual que J. Paul Getty, es todo un filántropo: la fundación de Ikea es, técnicamente y según The Economist, la más rica del mundo -incluso por encima de la de Bill y Melinda Gates-.
Para concluir, decir que el año pasado Ingvar Kamprad, persona obsesionada con la eficiencia y optimización de los procesos y creador de un modelo de negocio que se estudia en las escuelas de negocio más importantes del mundo , fue la persona que más dinero perdió del mundo, cayó desde la posición 11, a la 162, en otras palabras, pasó de tener una fortuna de $23 billones a $6 billones. ¿El motivo? Se demostró que la empresa está controlada por INGKA Holding B.V, que es controlada a su vez por una fundación benéfica sin ánimo de lucro y que goza de una baja carga fiscal. Su propiedad intelectual está controlada por un serie de corporaciones que llevan hasta las Antillas Holandesas y a la Interogo Foundation de Liechtenstein (paraíso fiscal). Por este motivo, Forbes dejó de contar gran parte del patrimonio de Ingvar, ya que se ha descubierto que la mayoría de las participaciones del fundador de Ikea pertenecen a dicha fundación benéfica, buscando la baja carga impositiva del paraíso fiscal de una sociedad sin ánimo de lucro, la cual, según Kamprad, su única actividad es velar por la existencia de Ikea.
* Fuentes: Forbes | Millonarios del mundo | Guipúzcoa emprendedora
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