El tamaño de la clase de los MBA: cuando las escuelas de negocios fallan en matemáticas
El tamaño de la promoción es una de las características que diferencia a muchas escuelas de negocios. Algunas como Stanford, Tuck o Haas cuentan con una clase pequeña, de 200 a 300 estudiantes, otras como Booth o Kellogg cuentan con un tamaño medio acogiendo alrededor de 600, y otras como Harvard, Columbia o Wharton acogen cada año a casi un millar de estudiantes. Ahora bien, controlar el número de estudiantes matriculados cada curso en una escuela de negocios no es tan sencillo, y en ocasiones las escuelas de negocios se encuentran con que más estudiantes de los que esperaban acaban aceptando las ofertas de admisión, configurando clases demasiado grandes.
Aunque parezca extraño, en los meses de verano hay mucho movimiento de última hora en las listas de espera, en lo que se denomina «summer melt». Son muchos los candidatos que consiguen la admisión pero finalmente deciden ir a otra escuela de negocios, lo que complica el cálculo de cuántas admisiones es necesario emitir para completar la promoción y algunas escuelas de negocios, tratando de anticipar este fenómeno, acaban aceptando demasiados candidatos.
Esto es lo que ha ocurrido con la nueva promoción de estudiantes de MBA de MIT Sloan. Esta escuela de negocios tradicionalmente cuenta con 400 estudiantes por promoción, sin embargo este año, a poco más de un mes para el inicio del curso académico, la cifra de estudiantes matriculados superaba por mucho los 400 alumnos.
Ante esta situación, las escuelas de negocios suelen enviar un email a todos los nuevos estudiantes, buscando voluntarios que estén dispuestos a retrasar un año el comienzo del MBA (lo que popularmente se conoce como «deferral«), a cambio de tener garantizada la admisión para el siguiente curso académico. Esta oferta resultaba bastante atractiva cuando el ciclo económico era positivo, pues suponía una oportunidad para emprender o tomar unas largas vacaciones. No obstante, la crisis económica ha cambiado las preferencias de los estudiantes de MBA, que ya no valoran tan positivamente contar con un año «sabático» antes de volver a las clases, sobre todo después de renunciar a sus trabajos y alquilar un apartamento como alojamiento durante el curso académico.
Así pues, MIT Sloan se vio obligada a mejorar la oferta y ofrecer una beca de 15.000 dólares a aquellos que estuvieran dispuestos a retrasar un curso el comienzo del MBA. Pero la oferta resultó insuficiente, y el día 21 de Agosto, tan sólo dos días antes del comienzo de los cursos pre-MBA, Sloan subió la oferta a 20.000 dólares para los primeros 10 estudiantes en responder. A pesar de todos estos esfuerzos, la oficina de admisiones no consiguió reducir el tamaño de la promoción tanto como hubieran querido, y la clase de 2014 de MIT Sloan cuenta con 413 estudiantes, 9 más que en el año anterior.
Ofrecer dinero para que los estudiantes matriculados hagan «deferral» es poco común, pero no es algo novedoso. Varias escuelas de negocios han tenido que optar por esta medida para mantener el tamaño de la clase, por ejemplo la propia Sloan ofreció este incentivo a los matriculados en su Máster en Finanzas el curso pasado, y Yale hizo lo propio con su programa MBA en 2006.
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