Errores típicos de las cartas de recomendación
Las cartas de recomendación es la parte de la solicitud sobre la que los candidatos tienen menos control, pero ello no implica que no requieran de preparación igual que los ensayos, el TOEFL o el GMAT.
Para conseguir la admisión es necesario evitar cartas de recomendación llenas de tópicos y vacías de contenido. Lo mejor es planificar con antelación y mostrar a los recomendadores nuestras solicitudes, los ensayos, hacerles partícipes de nuestra «historia» y nuestras metas. Igualmente, hay determinados errores muy comunes que pueden lastrar una solicitud y que se pueden evitar fácilmente con un poco de previsión:
1. Elegir a los recomendadores en función de su cargo, y no por su conexión y conocimiento del candidato. Lo importante es que el recomendador pueda abogar y apoyar tu candidatura. Las escuelas de negocios son muy claras al respecto, quieren que las recomendaciones provengan de los superiores directos del candidato, gente que haya trabajado codo con codo con el solicitante y pueda contar hablar de primera mano sobre qué es lo que hace especial a ese candidato.
2. Cartas de recomendación estándares. A la hora de recomendar a un candidato no basta con decir que éste es especial. Las escuelas quieren hechos; quieren leer las historias y anécdotas que ejemplifiquen las cualidades del candidato que el recomendador está destacando.
3. Es una recomendación, no una evaluación del desempeño. En ocasiones los recomendadores se olvidan de que la finalidad de la recomendación es precisamente abogar por su candidatura y resaltar las virtudes del candidato, y se muestran excesivamente objetivos e incluso críticos con el solicitante.
Más información sobre las cartas de recomendación:
– Cartas de recomendación (I)
– Cartas de recomendación (II)
– ¿Pedir cartas de recomendación a tus superiores? ¿Cómo?
– Me voy a estudiar un MBA: el momento de hablar con los jefes
– Carta de recomendación
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