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La creencia general es que tanto el GPA como el GMAT/GRE de un candidato dictan las posibilidades de entrar en una escuela de negocios dentro del Top 10 de cualquiera de los cinco ranking internacionales de prestigio (Forbes, US News, Business Week, Financial Times, The Economist). Pero, ¿cómo de cierta es la anterior afirmación?.

Pues bien, aunque hay mucho escrito sobre estudiantes en estas escuelas con un GMAT bastante bajo, la realidad es que las posibilidades de ser admitido se reducen considerablemente cuando la nota no se encuentra dentro del perfil de la escuela. Observando los números de Stanford, un potencial candidato debería tener un GPA dentro del rango [3.4, 3.97] y una nota en el GMAT dentro del rango [680, 770]. Aunque hay pocas escuelas que publican el rango total de las notas que sus estudiantes obtuvieron en el GMAT, Harvard es una de ellas y afirma que la nota más baja para de su última clase es 490. Sin embargo, es lógico pensar que una nota menor que 700 hace la candidatura bastante insostenible, aunque bien es cierto que ciertas nacionalidades hacen subir la media total.

Un reciente estudio publicado por Kaplan Test Prep asegura que un GPA bajo o una nota baja en el GMAT suele ser razón suficiente como para hacer caso omiso a la candidatura. De hecho, según el estudio, no sobresalir en el GMAT es la razón número uno por la que los directores de admisión deciden enviar una solicitud a la papelera de reciclaje. Sin embargo, no debe uno olvidarse que el estudio ha sido llevado a cabo por una compañía que básicamente se dedica a vender cursos de preparación para el GMAT. En cualquier caso, el estudio en cuestión cita que 22 directores de admisión de escuelas norteamericanas del Top 30 fueron entrevistados. De hecho, teniendo en cuenta el limitado personal del que disponen las oficinas de admisión y la ingente cantidad de solicitudes que reciben , es más que probable que la mayoría de las candidaturas pasen por un primer filtro que sólo tenga en cuenta parámetros como el GPA y el GMAT de un candidato.

Fuente: Kaplan

A todo esto se añade la importancia para las escuelas de contar en sus aulas con estudiantes que suban el GMAT medio de la clase entrante. El porqué es muy sencillo: a mayor GMAT, mejor posición en los rankings. Por supuesto, el GMAT es sólo uno de los factores que determinan la posición de una escuela en un determinado ranking, pero cuenta y bastante. Aún así, no todos los rankings utilizan el GMAT como variable. El de Forbes, por ejemplo, evalúa únicamente el «retorno de la inversión» pasados unos años. En consecuencia, uno podría llegar a pensar que los futuros estudiantes no se eligen tanto por su candidatura sino también por intereses cruzados. En cualquier caso, nunca se ha de olvidar que el objetivo del GMAT es cuantificar de alguna forma los futuros resultados académicos del candidato.

GMAT y GPA para las escuelas norteamericanas del TOP 25

Para aquellos interesados en cursar un MBA en los Estados Unidos, la siguiente tabla muestra el rango de la clase entrante para los percentiles 10 y 90 (en el caso de Harvard, el rango abarca todo el espectro de estudiantes).

Fuente: Poets & Quants

* Para mayor información: Beat The Gmat