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La delicada situación económica actual y sus drásticas consecuencias en las clases bajas y medias de los países afectados nos invita a reflexionar sobre las causas de esta situación . En los últimos años se han sucedido escándalos a nivel mundial que han puesto de manifiesto la necesidad de un cambio de gestión y responsabilidad en los modelos de dirección financieros y empresariales. La crisis de las hipotecas ‘suprime’, la estafa piramidal realizada en el caso ‘Madoff’,  los elevados finiquitos cobrados por directivos que han llevado a la bancarrota a su empresa y al paro a sus empleados, o más recientemente el caso del Instituto ‘Noós’ en nuestro país son claros ejemplos de esa necesidad de ética y responsabilidad en el modelo de dirección actual.

Estas circunstancias ponen en el punto de mira a las escuelas de negocio, responsables de la educación de la mayoría de los futuros directivos que están llamados a ser los líderes empresariales del futuro. En la última encuesta realizada por Club-MBA un 61% de nuestros usuarios señalan a las Escuelas de Negocio como uno de los principales responsables de la crisis financiera actual, frente a sólo un 26% de los encuestados que muestra su total desacuerdo con esta afirmación. Estos resultados reflejan la necesidad de que las escuelas de negocio hagan reflexión y autocrítica, y realicen los cambios necesarios en sus programas de formación para adaptar la educación directiva a los nuevos retos y desafíos que se plantearán en el futuro por este entorno marcado por la globalidad.

Las escuelas de negocio españolas son conscientes de este hecho,  como lo prueban por las últimas declaraciones realizadas por Santiago Íñiguez, decano de IE Business School, en el artículo How Business Schools are re-inventig education en el cual expresa de necesidad de “revisar en qué consiste un buen directivo”. No obstante la reciente dimisión de Marcel Planellas secretario general de ESADE, y su relación con alguna de las empresas vinculadas al Instituto Noós han vuelto a sacar a la luz este debate.

Antonio Herráiz

* Imagen obtenida de www.gestion.org