Cartas de recomendación (II)
* Viene de Cartas de Recomendación (I)
Una vez que tenéis unas guías básicas para elegir bien a quienes os van a recomendar, os voy a explicar por qué es tan importante que las personas que elijáis os conozcan bien. Por lo general, las escuelas de negocios top no quieren una carta de presentación al uso, sino que la recomendación es algo bastante parecido a vuestros essays, y requiere cierta elaboración. Vosotros deberéis indicar el nombre y los datos de contacto de la persona en cuestión, y la escuela les enviará un mail con un link a una página web, a la que accederán con un nombre de usuario y contraseña que se les indica en el mail. En esa página web deberán indicar sus datos de contacto y de qué y desde cuando te conocen. Después es probable que evalúen vuestras capacidades, indicando, por ejemplo, si sois buenos comunicadores o excelentes comunicadores.
Aparte de esto, vuestro recomendador tendrá que responder a una serie de preguntas sobre cómo sois (desde un punto de vista personal y profesional), cómo ha sido vuestra trayectoria profesional, si tenéis madera de líder, cómo trabajáis en equipo, algún defecto vuestro o algún aspecto en el que crea que debéis mejorar, si habéis hecho algo para mejorar, etc. Cómo veis las preguntas son bastante concretas y os aseguro que resulta difícil contestarlas si no os conocen bien, y preparar la respuesta (por supuesto en inglés) requiere tiempo y reflexión.
Aviso para navegantes: no se debe escribir vuestras propias recomendaciones. En serio, tomad esta advertencia al pie de la letra. Los candidatos españoles nos encontramos con un problema, porque aquí hay muy poca cultura de recomendación, de manera que salvo que trabajéis para una multinacional o estéis pidiendo la recomendación a alguien que ya haya hecho un MBA, lo más normal es que cuando pedís la recomendación os digan aquello de: “bueno, tú escribe lo que tú creas conveniente y yo lo firmo”; pero no podéis hacerlo, eso no es lo que las escuelas quieren, no es la finalidad de la carta de recomendación, por lo que controlan las recomendaciones con sumo cuidado, estudian los estilos de redacción (recordaros que las escuelas tienen vuestros essays y vuestras redacciones de la parte AWA del GMAT para comparar), y si la escribís vosotros, os van a pillar casi seguro.
Cuando un recomendador os diga que escribáis vosotros la recomendación, tenéis dos opciones, explicarle que es necesario que ellos la escriban, ofreciéndoos a hacer lo más liviana posible su tarea, o elegir a otra persona. Por cierto, hablando del momento en que pedís la recomendación, se me ha olvidado deciros que es importante que cuando habléis con vuestro posible recomendador, le ofrezcáis la posibilidad de decir que no.
Bueno, volviendo a ese mal momento en el que os sueltan la dichosa frasecita (o alguna semejante), os he dicho que tenéis dos opciones, cambiar de recomendador o explicarle por qué es importante que sea él/ella quien escriba la recomendación. Os recomiendo que al menos intentéis lo segundo, porque otro papel que tienen las cartas de recomendación es mostrar que tenéis capacidad para implicar gente en vuestro proyecto y convencer a alguien de que os ayude y os dedique una parte de su tiempo; cualidades muy valoradas por una escuela de negocios.
Antes he hablado de ayudar a vuestros recomendadores para aligerar su tarea, para ello podéis redactar un resumen/esquema de lo que habéis escrito en vuestros essays, de manera que ellos se hagan una idea de qué clase de cosas deberían incluirse en la carta de recomendación; también podéis ayudarles a refrescar su memoria haciendo una lista de aquellos proyectos en los que trabajásteis juntos y de cuál fue vuestra aportación a los mismos. En general, la idea es que elaboréis unos “guidelines” a partir de los cuales ellos redacten la respuesta a las preguntas que les plantee cada escuela. Como mucho podéis ofreceros para ayudarles a cumplimentar los formularios de recomendación y para subir las recomendaciones caso de que no se lleven muy bien con las nuevas tecnologías, pero no debéis tocar ni una palabra de lo que ellos hayan escrito. Para los que no escriban en inglés (no es lo ideal, pero sabemos que pasa), podéis pedirles que escriban la recomendación en español y buscar vosotros a un traductor que se encargue de la traducción del documento (ni se os ocurra traducirlo vosotros, porque estamos en las mismas, las escuelas sabrán que vosotros habéis redactado la versión que finalmente se ha subido a la plataforma, y aunque sólo hayáis traducido el documento, será difícil probar que vosotros no habéis escrito vuestra recomendación).
Finalmente, redactar recomendaciones para MBA requiere tiempo, especialmente teniendo en cuenta que vais a presentar vuestra solicitud en varias escuelas, así que debéis ser muy cuidadosos a la hora de elegir a vuestro recomendador, debe ser una persona dispuesta a implicarse y a dedicaros parte de su tiempo libre durante algunas semanas. Y por supuesto, yo os recomiendo que, una vez hayáis acabado con las solicitudes, tengáis un detalle de agradecimiento con estas personas (en EE.UU. te recomiendan que envíes una nota de agradecimiento), porque su colaboración habrá sido fundamental para vuestra admisión, pero bueno, esto último es sólo un consejillo personal, cada cual que actúe como crea oportuno.
Podéis descargaros ejemplos de alguna de las cartas de recomendación utilizadas por gente que fue admitida en escuelas de negocios y universidades en el siguiente enlace: Cartas de Recomendación.
Saludos,
melkart
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