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La ética en el mundo de los negocios siempre ha sido una cuestión muy polémica, especialmente en los últimos años a raíz de la crisis económica mundial, en la que determinados comportamientos poco éticos de algunos miembros de la élite empresarial mundial han contribuido muy negativamente. Igualmente, las escuelas de negocios se han situado en el punto de mira de muchos y han sido acusadas de fomentar estos comportamientos antiéticos y cuasidelictivos.

En este contexto, llama especialmente la atención el artículo publicado recientemente por el portal waytomba.com en el que se habla de cómo una de esas escuelas de negocios de la élite mundial enseña a sus alumnos a actuar éticamente a través del testimonio de aquellos que se vieron en una situación comprometida y no tomaron la decisión adecuada.

Tuck School of Business es una escuela que cuenta con un Código de Honor muy fuerte y plenamente respetado por todos los que forman parte de la escuela, de esta manera, Tuck enseña ética a través del ejemplo y de la práctica diaria, y esto ha sido así prácticamente desde la fundación de la escuela, a principios del siglo XX. Sus alumnos no sólo estudian ética un día, sino que este Código de Honor rige absolutamente todas y cada una de las actividades que cada día se llevan a cabo, desde exámenes hasta la organización de fiestas por parte de los alumnos. Pero no sólo los alumnos, también los profesores, empleados y absolutamente todos los miembros de la comunidad «Tuck» están sometidos a este Código de Honor, cuya finalidad es también mantener una convivencia pacífica y evitar conflictos mediante el respeto mutuo.

«Integrity and honesty in the performance of academic activities, both in the classroom and outside, are essential to the educational experience for which the Tuck School has always stood. Each member of the Tuck Community accepts the personal responsibility to uphold and defend high ethical standards in all academic endeavors, and to promote an atmosphere in which honest and imaginative academic work may flourish.»

Saludos,

melkart