club-mba.com

Como ya sabéis, recientemente tuve la oportunidad de visitar las instalaciones de Chicago Booth en persona y os prometí que os comentaría mis impresiones a la vuelta. Pues bien, ha llegado el momento de compartir con vosotros mi experiencia en Chicago y hablaros sobre mi visita a la escuela.

Mi estancia en Chicago se prolongó durante tres días, reservando casi uno entero para visitar la escuela y conocer a estudiantes de Booth. Así que si os parece, primero os comento qué tal me pareció la escuela de negocios y finalmente os hablo sobre la ciudad.

Mi visita a la universidad comenzó realmente pronto, exactamente sobre las 6:30 de la mañana, momento en el que sonó mi despertador. Tenía que estar a las 8:15 am en la oficina de admisiones y no quería llegar ni un minuto tarde (es muy importante causar una buena impresión). Así que allí estaba yo, a las 6:30 en pié, pensando en cómo dirigirme al 5807 de South Woodlawn Avenue de Chicago.

Para aquellos que no lo sepan, el edificio principal de Booth, el Harper Center, se encuentra al sur de la ciudad, a unos 15-20 minutos en coche desde el centro de Chicago. Mi idea era ir en metro hasta allí, pero por miedo a perder el metro (salían cada 15 minutos, más o menos) o a tener problemas para encontrar la dirección, decidí ir en taxi. Me costó casi 20 dólares y 20 minutos el llegar a la puerta del Harper Center, con 5 minutos de antelación para poder ojear los alrededores.

A las 8:15 en punto estaba en la puerta del departamento de admisiones de Booth. Me registré y me proporcionaron documentación sobre la universidad. Tuve que elegir a qué clase quería asistir, decantándome finalmente por »Competitive Strategy», con el profesor Marc Knez.

A los pocos minutos, vino una estudiante de Booth, la cual sería la encargada de acompañarme a la clase que había elegido. Entre tanto, estuvimos charlando sobre la escuela y sobre la vida en general de los estudiantes. Según ella, el mejor lugar donde vivir era en el centro de Chicago y venir al Harper Center en metro, dándome explicaciones de cómo poder volver en metro al centro. La impresión que me causó la estudiante fue buena y me acompañó hasta la puerta del aula.

Competitive Strategy resultó ser interesante y me llamó la atención lo mucho que participaban los estudiantes durante el trascurso de la misma, sin necesidad de que el profesor les animara a ello. Cada persona que intervenía lo hacía para aportar un punto de vista muy interesante a la discusión. Estuvimos debatiendo sobre un hecho real y actual del entorno de negocio: cómo conviven paypal y ebay en cuanto a pagos por internet y qué pasos están dando otras empresas, como Google, que pueden afectar a dichas empresas.

Después de hora y media de clase, me dirigí de nuevo al departamento de admisiones. Allí nos juntamos otros futuros estudiantes para asistir a la sesión de información con personal del departamento de admisiones y un estudiante de primero. En esta ocasión, pudimos preguntar sobre el proceso de admisión en general, qué factores diferencian a Booth del resto, sobre algunas de las asignaturas destacadas, eventos y competiciones… Estuvo realmente bien y creo que todos terminamos muy satisfechos. Finalmente, nos dejaron a solas con el estudiante de primero para que pudiéramos hablar más libremente con un estudiante de la universidad.

Una vez más, hablamos sobre temas muy diversos: su experiencia personal en Booth, qué asignaturas recomendaba, qué profesores, qué hacían sus compañeros, salidas profesionales… En ningún momento dudó en responder a nuestras preguntas y se notaba que estaba siendo sincero.

Después de bombardearle a preguntas, otro estudiante, de Grecia (impresionante la diversidad que existe en Booth) nos enseñó el resto de las instalaciones. También nos fue dando su punto de vista sobre la escuela y nos obsequió con algún que otro consejo de cara al proceso de admisión.

Al finalizar la visita guiada, me despedí y me dirigí a coger el metro para ir al centro de la ciudad. Había quedado con algunos estudiantes españoles en el Gleacher Center. Haciendo una pausa en el camino para comer algo, me presenté en el Gleacher Center, un edificio moderno a orillas del río con unas vistas impresionantes a la ciudad.

Algo que me comentaron sobre este centro es que, en el caso de que que tuvieras que faltar a clase, podrías asistir en el Gleacher Center por la tarde o el fin de semana a esa misma clase que te tuviste que perder. Esto ocurre frecuentemente en periodo de recruiting, cuando tienes que asistir a entrevistas y a eventos en el centro de la ciudad.

Estuve charlando unas cuantas horas con tres estudiantes de segundo, los cuales se graduaban a los pocos días. Todos ellos me contaron su experiencia en Booth, sus planes de futuro, hablamos sobre el recruiting, eventos organizados por la escuela, sobre las prácticas de verano… Me ayudaron muchísimo y me aclararon todo tipo de dudas, ¡os agradezco mucho haberme dedicado vuestro tiempo y vuestra sinceridad y desde aquí os envío un abrazo!

Al finalizar el día, tenía aun más claro que nunca lo que pensaba sobre Booth y que aplicaré este otoño a la escuela. Y los que estáis leyendo estás líneas pensaréis: vale, Booth es una escuela estupenda y reconocida mundialmente, ¿pero y qué tal la ciudad de Chicago? Pues os contesto: impresionante.

La ciudad de Chicago es increíble, tiene de todo y un montón de cosas que hacer. Después de haber conocido numerosas ciudades norteamericanas, puedo decir que Chicago pasaría por una ciudad europea a lo americano. Tiene muchísimos restaurantes, bares y gente paseando por la calle. Al ser más pequeña que otra ciudad, como pudiera ser Nueva York, el moverse de un lado a otro es mucho más fácil y rápido. También tiene varios parques preciosos, museos, monumentos… ¡lo tiene todo! La zona del puerto es muy acogedora e ¡incluso tiene playas! En definitiva, que la recomiendo totalmente para vivir y pasar los dos años que dura el MBA.

Si queréis leer la entrada original, os dejo el enlace a mi blog personal, Reaching the thirties. No dudéis en escribirme si tenéis cualquier duda o comentario.

¡Saludos!

ktoubes