Primero de todo, la entrada del blog que referencias me pareció extremadamente interesante, bien escrita y muy sucinta. Te felicito.keko escribió:Sin querer quitarle mérito a la gente que lo intenta y lo consigue, algo que no podemos olvidar es que demostrar que es posible (para eso basta que lo consiga uno entre millones), no significa demostrar que es probable. El survivorship bias nos hace olvidarnos de todos los que hicieron exactamente lo mismo que nosotros pero, por caprichos del destino, nunca llegaron a Ítaca. Cuidadito con el entitlement del "yo llegué a base de currar, o sea que se puede, y TÚ puedes", porque es una falacia tremebunda. El mundo está lleno de gente que salió a comerse el mundo, lo dio todo, y acabó saliendo escaldado.
En segundo lugar, muy breve y al pie. Desde el desconocimiento: ¿se ha publicado recientemente en España algún estudio sobre la igualdad de oportunidades? No hablo de la desigualdad económica, tema ya muy manido, sino de la igualdad de oportunidades.
En tercer lugar, aquí creo que conviene hacer una distinción importante que entiendo procedente. Viene muy al caso que estos días ha publicado su biografía Phil Knight, fundador de Nike. No me la he leído pero entre alguna reseña detallando anécdotas y lo que conozco del personaje bien sé que hablará mucho de la importancia de la serendipia en lo que fue su camino. Digo esto porque la distinción es importante. En el caso de las grandes historias de éxito, como bien explica Kahneman y como también reseña Malcolm Gladwell (el Kahneman en edición bestseller) es siempre una extraordinaria capacidad puesta en manos del azar lo que acaba constituyendo aquellas historias de éxito absolutamente extraordinarias. Cuando digo extraordinarias hablo de las más absolutamente extraordinarias. En ese contexto, la suerte es clave. No puede ser de otra manera. Es la guinda del pastel que hace que todo cobre un cierto sentido. Es ese momento donde la ruleta de la fortuna duda entre bancarrota o 100x. La fuerza aplicada ha sido muy similar. Ya son fuerzas del caos y lo que cada cual entienda que es el universo lo que inclina a un lado u otro de esa última casilla.
Sin embargo, aquí viene la distinción que quiero realmente hacer. Sí comparto en parte el pensamiento de parte de los que han intervenido aquí de que llegar a un MBB, por poner un ejemplo, es algo mucho más controlable y que depende de uno mismo. Es algo que me atrevería a decir que en un país como España donde hay sanidad pública de calidad y educación pública sobre todo universitaria de calidad es relativamente alcanzable. Con mayor probabilidad para el que tenga mejores puntos de partida, innegable, pero asumible para el menos favorecido.
Hay una parte de razón en aquellos que piensan que si han llegado a esas posiciones es por lo que en su día expliqué: ese momento cuando con trece años decides repasar una vez más los apuntes de Ciencias Sociales mientras que ese amigo que ya ganduleaba un poquito desde más atrás decide que esa noche va a juntarse con quien no debe y a no repasar esos apuntes. Todo en la vida es un proceso cumulativo donde aquellas pequeñas decisiones iniciales tomadas hace tanto tiempo van cobrando importancia porque reverberan en el futuro.
Innegable.
Todo en la vida, es verdad, acaba siendo en un cierto punto un self-selection process dentro de las posibilidades de cada cual. Mismamente todo lo que es aplicar a un MBA es un coñazo de tal proporciones en cuanto a logística que es un self selection: métete a la web del TOEFL, formulario, inscríbete, estudia, ve un sábado, mírate el GMAT en noches sueltas de la semana, consulta a gente si tu essay está bien escrito, rehazlo, piensa si vas a aplicar a varias escuelas, analiza qué puedes hacer común a diferentes escuelas, métete a Club MBA a ver experiencias de gente, repasa, revisa, no, cariño, me encantaría poder acompañarte mañana a La Latina a disfrutar de este domingo tan bonito pero me quedo en casa para seguir repasando esto que no sé si llegará a alguna parte, el visado para Estados Unidos, comunicar que te vas, agradecimientos varios, quedar con alumni para entender de su escuela, y mil millones de cosas más que mucha gente entenderá.
Yo entiendo, reitero, que ciertas cosas "sencillas" en la vida como entrar en una MBB o llegar a un MBA de calidad son en cierta manera controlables y relativamente dependientes del esfuerzo. Pero uno nunca puede olvidar, aún en ese contexto menos dependiente de la suerte, las oportunidades que uno tuvo y que otros le han dado. Y ante la duda, ser humilde. Y ante la duda, no asumir, que en el fondo es signo de inteligencia.
Ninguno de los que aquí estamos somos, en verdad, tan importantes. ¿Meritorios? Sin duda, aquí hay gente con historias muy interesantes y que les tienen que hacer sentir más que orgullosos de sí mismos, yo el primero que se lo reconoce. ¿Andy Warholes aquí? No creo :)
Mi poema preferido en un cierto punto dice aquello de "...si aún marchando con reyes guardas tu sencillez..." Y mi libro preferido, el de Proverbios de la Biblia, no cesa de recordar aquello que luego se dice en las Bienaventuranzas de los humillados ensalzados y los ensalzados humillados.
