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Una palabra que todos conocemos pero que, sin duda, abarca mucho más de lo que seguro la mayoría piensa. Hablamos del “liderazgo” y de lo que implica ser un buen líder. Si también te generan curiosidad las aptitudes y actitudes que ha de tener, te invitamos a seguir leyendo.

¿Cómo definir el liderazgo en pocas palabras?

Palabras como influencia, sabiduría, inspiración, pasión, impulso, poder, conocimiento, credibilidad, energía, previsión, sensibilidad, carisma, acción, perseverancia, unidad y responsabilidad son solo algunos de los términos que se usan para definir el liderazgo.

El problema en definir el liderazgo no es tan simple. El liderazgo es un proceso de transformación complejo y, por lo tanto, su definición en una o dos palabras también es transicional. A medida que maduramos y crecemos, el estado de nuestras habilidades de liderazgo cambia en base a nuestras experiencias y situación actual.

¿En tres palabras?

Así que en vez de definir el liderazgo como rasgos personales específicos que se necesitan para tener éxito, ¿por qué no definimos el liderazgo en términos de acción? Esto nos permite aprovechar la fluidez en los rasgos personales para satisfacer las diferentes situaciones que normalmente encontramos.

Tres palabras para definir el liderazgo en términos que permitan que los rasgos de liderazgo personal sean eficaces: Visión, Dirección y Apoyo.

Visión

Para la mayoría de nosotros la visión está realmente centrada en el cliente: los empleados deben enfocar su trabajo y acciones en todo momento hacia el cliente.

La ventaja de proporcionar una visión es dar una especie de «llamamiento» a sus equipos de trabajo. Si todos los empleados están trabajando de manera concertada hacia un único enfoque, entonces creará oportunidades para la colaboración, la comunicación y el trabajo en equipo. Al observar los rasgos anteriores, se puede ver que proveer una visión utiliza muchos de estos rasgos de liderazgo.

Dirección

Proporcionar dirección no significa decir a otros qué, cuándo, por qué o cómo resolver un desafío. Más bien se trata de proporcionar la información suficiente para que otros puedan resolver ese desafío por su cuenta.

Normalmente, los empleados no quieren que se les diga qué hacer. Ellos quieren autonomía y orientación para superar los obstáculos que encuentran en las tareas asignadas.

Proporcionar dirección permite que el líder se involucre lo suficiente para mantener un control sobre lo que está pasando y quién está haciendo qué, además de crear un contacto una oportunidad para influenciar e inspirar a quienes reciben la dirección.

Una vez más, la dirección ofrece la oportunidad de usar los rasgos de liderazgo para mantener a los empleados moviéndose por el camino correcto.

Apoyo

Desarrollar mecanismos de apoyo es el aspecto más importante del liderazgo. Dar a los empleados lo que necesitan para tener éxito es fundamental para cumplir con la visión y motivar a aquellos que realizan el trabajo.

No importa cuántos rasgos de liderazgo pueda tener, si no puede apoyar a aquellos a quienes dirige, entonces no servirán para nada. Los mecanismos de apoyo son simples y complejos.

El apoyo simple es solo estar allí cuando se necesita para proporcionar orientación o escuchar. El apoyo complejo es la red de recursos que están disponibles para satisfacer las necesidades y solicitudes de aquellos que realizan el trabajo. Sin proporcionar apoyo ningún rasgo de liderazgo lo elevará a una posición de credibilidad y respeto.

A priori pueden parecer tres simples palabras pero, un líder que ofrezca apoyo, que tenga muy claro hacia dónde va y con la visión suficiente para guiar a los suyos hacia el objetivo común no encontrará barreras hacia su avance. ¿Eres tú ese líder?

Fuentes: Linkedin
Imagen: Unsplash